jueves, 1 de agosto de 2013

¿Queremos recuperar el niño interior?

“Tu niño interior está hoy a flor de piel” Siendo muy joven ,tal vez niña, escuche esta frase y me quede pensando, que significaba, a quien se lo decía era adulto, pero ese día, efectivamente parecía un niño juguetón, alegre y travieso .Como siempre me ha gustado conocer el comportamiento del ser humano, es la única manera de comprenderlo y amarlo con sus defectos y virtudes, pero sobre todo, ayudarle  hasta donde me sea posible. Con  mucha frecuencia leo sobre temas de psicología, crecimiento personal y espiritual, que me ayudan día a  día para vivir en un mundo armónico y ofrecer  mi espacio  donde sea más fácil habitar. 
Así que hoy me voy a atrever a refrescar  mi memoria con  lo leído y aprendido, quizá no salgan citas textualmente de sus autores, pero así fue quedando en mi memoria ,lo del niño interior que todos en algún momento de nuestras vidas sacamos.
Ya que el  “Niño Interior” está formado por  las experiencias de los primeros años de infancia y por las diferentes vivencias en las etapas de la vida. Lo más seguro es que hayan existido experiencias negativas, fuertes traumas emocionales que hicieron sufrir a ese niño o niña, por ejemplo la falta de amor de uno o ambos padres, el maltrato, un desprecio, algo que te lastimó o te produjo mucho temor, en fin, son muchos los motivos .
 El niño interior es el Yo que realmente somos, que siempre hemos sido, que habita en nosotros aquí y ahora. El Yo que nos conecta con la alegría y con la tristeza de nuestra infancia, es precisamente la clave para alcanzar la plenitud en tanto adultos. Parar recuperar ese niño interior que todos llevamos dentro, hay que  hacer  que aflore toda la sabiduría que el “niño” puede aportar a la conciencia adulta.
Todo esto aparentemente olvidado, está allí y de manera inconsciente influye en el comportamiento a todo nivel hasta el punto de producir efectos negativos que no comprendes en la actualidad.

El hecho de no tener suerte en tu carrera, en el amor, el tener inseguridad personal, baja autoestima, relaciones interpersonales conflictivas o un temor inexplicable son frutos de un Niño Interior enfermo.

Al sanar nuestro Niño Interior muchas veces desaparecen las partes negativas de nuestra personalidad y es mucho más fácil alcanzar el éxito y la felicidad en todos los niveles de la vida, de ahí la importancia de esta sanación.
Es probable que consigamos recuperar nuestro niño interior y ser feliz.

Si logramos sanar  al niño interior herido o maltratado, resolver antiguos traumas, recuperando la inocencia,  la alegría y la capacidad de asombro, asumir al niño como símbolo de nuestra energía creativa, perdonar nuestros padres, desarrollar una conciencia compasiva, resolver los cabos sueltos que nos quedaron en nuestra niñez, que quedaron en el camino, entonces es probable que tengamos una vida más ligera y podamos al final encontrar la paz interior.

Y lo podemos lograr ¿cómo? es importante respirar y recordar por un momento las cosas que te hacían feliz en la infancia, y ponerlas en práctica, con frecuencia los adultos olvidamos los momentos  sencillos de la vida  y nos enfocamos a los grandes logros…Si retrotraemos  el niño interior,  este nos ayudaría de manera simple a  recordar algunos placeres infantiles, que nos devuelven la sonrisa y la sensación de bienestar. Pongámoslo a prueba, reúnanse en familia, con sus hermanos, con algún amigo o vecino de la niñez y notaran cuantas  simples acciones hechas en la niñez producirán las más agradables carcajadas y dejamos el mal humor atrás.

Algunos especialistas consideran que el mal humor desaparecerá, si dejas tus actividades diarias por un momento, para disfrutar de una paleta que recuerde tu niñez, ver los niños jugando  o simplemente dibujar, leer o  escribir de lo que te guste.

Para los infantes no existen las preocupaciones, porque ellos ven la vida como un juego y no como un enfrentamiento, así que no lo dudemos y recuperemos a ese niño interior; tratando de ver la vida de forma positiva, para perder el temor, la frustración y el enojo.

 Para consentir  a tu niño interior regresa el tiempo: visita un parque, haz burbujas,   comparte los juegos con tus hijos, sobrinos o nietos,  ríete de lo más sencillo de la vida; disfruta y convive contigo mismo. 

Sé que la pregunta ahora será, ¿Cómo sano mi niño interior, Cómo lo curo?  Ademas de  todo lo anterior  y aunque muchos no consideren  importante y efectivo, es importante confiar en la ciencia, es por ello que, para lograr reconciliación con nuestro Niño Interior y sanarlo debemos entrar en contacto con él o ella (los psicólogos denomina a éste proceso “Regresión”).
El Maestro, Jesús de Nazaret, se refería a esto cuando dijo: “Tienen que ser como niños”. Él no quería decir que fuéramos ingenuos o inocentes como un niño, sino saber cómo volver a ser ese niño que fuiste en el pasado y sanarlo. Jesús sabia que en el fondo de nuestro pasado estaban las cosas que afectaban la conducta de las personas.

Los pasos para sanar nuestro niño interior son los siguientes:
1.   En tu habitación, cómodo, acostado o sentado, te relajas, cierras los ojos, respiras profundamente. Concéntrate en tu respiración y comienza lentamente a contar de forma descendente de diez a cero.
2.   A medida que avanza la cuenta te irás relajando más y más, visualízate a ti mismo(a) llegando al centro de tu mismo ser, ves una luz y en medio de ella visualiza como va apareciendo tu niño o tu niña interior.

3.   Sin perder tu relajación y concentración mírala, obsérvala, ¿Cómo  lo ves? Pequeño, sólo, abandonado, maltratado, asustado, llorando, desorientado, o tal vez feliz, solo tú sabes cómo ves tu niño interior.
4.   Trata de visualizarlo claramente, en un principio tal vez no lo logres, pero trata en todo lo posible de hacerlo ya que de este ejercicio depende gran parte el éxito en tu vida.
5.   Acércate a él o a ella, háblale suavemente, con mucho amor. Abrázale, si deseas cárgale, dile que le amas, que ya no está sólo, que ya no sufrirá mas, que todo ha pasado y ya nadie le hará daño. Trátale con mucho amor y consuelo. Ahora que has entrado en contacto con ese niño interior déjale saber que ya está sano que ya nada le molestará.
6.   Una vez logres contactar  tu niño interior míralo(a) lleno de felicidad, con amor despídete y dile que ya todo estará bien. Comienza a contar de 0 a 10 lentamente a medida que vas volviendo a tu realidad, abre los ojos lentamente y disfruta de la paz interior que sientes en ese momento.
A partir de este instante has sanado tu niño interior y estás listo para seguir adelante. Ya no te molestaran los traumas que inconscientemente te venían afectando y no te permitían alcanzar tu felicidad.
Ahora estás listo para el siguiente paso hacia tu superación personal y convertirte en un ser poderoso, capaz de lograr todas sus metas, alcanzar el éxito y ser completamente feliz. Ese siguiente paso es entrar en contacto con Tu Yo Superior.

 Gracias a:
Los diferentes artículos y libros sobre el tema, que han aportado a mi vida,como:  Lorena RamírezMarion Woodman, Joseph Campbell, , June Singer, Ralph Metzner, Marie-Louise von Franz, Erik Erikson y Jeremiah Abrams
Pero sobre todo  a una historia que encontré de una chica que cuenta su vida, los abusos sexuales que vivió, el abuso de drogas, las peleas, las situaciones extremas y como cambió su vida al darse cuenta que tenía que sanar a su niño interior. Estos casos me sirvieron de plataforma para escribir este artículo que comparto con ustedes